martes, 4 de febrero de 2014

Escritura a mano

Muchas veces, cuando uno planea comenzar a escribir un proyecto, está tentado a hacerlo a mano. Este tipo de escritura tiene un encanto particular porque nos remonta a lo clásico y antiguo, pero hay que tener en cuenta que, si tenemos una fecha límite cercana para terminarlo, quizás no sea la opción más adecuada por ser lenta, a menos que seamos muy ágiles a la hora de escribir. Y, por otra parte, después tendremos que mecanografiar el libro entero.
Pero calma, que aún así podemos optar por esta forma de escritura. Sólo tenemos que tener en cuenta algunas cosas.

Lo principal es que el papel no ofrezca demasiada resistencia. Independientemente del instrumento de escritura que usemos, la superficie sobre la que escribiremos jugará un papel importante para determinar la velocidad que tendremos. Lo mejor es elegir un papel de calidad, si es posible en color mate, ya que de ese modo la vista se nos cansará menos. El papel blanco brillante, ese que usamos para la impresora, nos cansará más rápido los ojos.
Podemos optar por hojas rayadas, cuadriculadas o lisas, las que nos resulten más cómodas.
Lo mismo con el formato en el que escribiremos y el tamaño que usaremos. Puede ser un block, un cuaderno, hojas sueltas o libretas; en caso de optar por las sueltas, tendremos que tener algún lugar donde vayamos poniéndolas para no perderlas.
Puede parecer tonto, pero nos ahorraremos muchos disgustos.

Una vez elegida la superficie, pasaremos al instrumento de escritura. Y acá, junto con el papel, nos encontramos con un punto clave.
¿Nunca les pasó que tuvieron que escribir mucho pero la mano se les acalambraba? ¿Nunca les pasó que después de escasos diez minutos de escritura, sienten la mano entumecida? Eso es porque la tinta que están usando es espesa y ofrece mucha resistencia, y en consecuencia, la mano tiene que hacer más fuerza para deslizar la punta sobre el papel. Si a eso le sumamos que éste es demasiado áspero y rugoso, entonces nos encontramos con una fórmula que nos va a garantizar menos de diez minutos de escritura. Quizás no tan exagerado, pero no podremos escribir durante largos períodos de tiempo, y ese es justamente nuestro objetivo: poder escribir mucho y a una velocidad relativamente rápida.
Para solucionar esto tenemos que cambiar el instrumento de escritura que solemos usar. Pero no por el más económico del mercado, ni el de precio módico, sino por el que mejor se adapte a nosotros. Es una solución cara a corto plazo, pero a largo plazo no nos arrepentiremos de haber invertido en un buen instrumento de escritura.
Las opciones son varias. A continuación voy a mostrarles los que tengo yo, y a contarles en qué casos uso cada uno:

Perdonen la calidad de la foto, pero la cámara no anda muy bien que digamos...

1) Pluma estilográfica Iridium Point (Micro): tiene la ventaja de tener una punta fina que hace que la escritura sea bien legible, pero si no nos gusta el trazo fino, entonces quizás no sea nuestra mejor opción. Con este tipo de punta podemos hacer letra tanto chica como grande sin arriesgarnos a que pierda legibilidad. Se desliza muy rápido porque la tinta es líquida y no ofrece resistencia alguna. La desventaja es que, en principio, puede resultar pesada a la mano y quitarnos cierta velocidad, pero pronto nos adaptaremos a ella.
Posiblemente con su uso desarrollaremos el famoso callo en el dedo en el que la apoyemos. 
Usos: sesiones largas de escritura, con letra chica a grande.

2) Pluma estilográfica común (Parker Vector): esta pluma tiene la punta más ancha, y por lo tanto el trazo será más grueso. El tipo de letra que hagamos con ella tendrá que ser grande para que sea legible en todo momento. Esta pluma tiene la ventaja de ser liviana, y podemos usar cartuchos tanto pequeños como grandes. Se desliza muy rápido, especialmente si usamos los cartuchos Parker (Quinkflow). Puedo asegurarles (y Parker no me paga por esto) que este tipo de tinta es más fluida que las demás. Es un punto a favor a la hora de ganar velocidad.
Con esta pluma también podemos desarrollar un callo. 
Usos: sesiones largas de escritura, siempre que pueda hacer letra grande.

3) Rollerball (Parker Vector): este bolígrafo es una fusión entre la tinta de una pluma y un bolígrafo común. La punta es fina y proporciona un trazo más delicado, pero a la vez, al contener una pelotita diminuta en el interior que permite usar la cantidad justa de tinta, ofrece más resistencia. Los cartuchos son metálicos y no podemos ver el contenido, de modo que nunca sabremos cuánto nos queda, algo que no sucede con las plumas. Por otro lado, estos cartuchos son caros. La ventaja que tiene es que es liviano.
También podemos desarrollar un callo. 
Usos: sesiones cortas de escritura, con letra chica a grande.

4) Rollerball roja (Pilot): este bolígrafo tiene tinta muy líquida y una punta finísima, como una microfibra. El contenido de tinta es muy generoso, y tarda bastante en acabarse. Es liviana y desechable, pero es cara.
No creo que desarrollemos un callo con ella, debido a su ligereza.  
Usos: correcciones; viene en negro, azul, verde y rojo.

5) Ballpoint (Parker): o bolígrafo común. Esta opción es conveniente dependiendo de la marca. Normalmente, los de marcas económicas, si bien no son malos, ofrecen mucha resistencia. Pero si optamos por los Parker, nos encontraremos con la tinta Quinkflow, que tiene la apariencia de una tinta espesa de bolígrafo común, pero con la ventaja de ser súper ligera sin llegar a ser líquida. Los cartuchos son metálicos y no vemos el contenido, pero duran mucho. Lo malo es el precio que suelen tener. Sin duda, este es mi favorito de todos.
El cuerpo no tiene por qué ser metálico. La ventaja es que hay muchos modelos para elegir, y el cartucho siempre será el mismo o muy similar. La punta suele der de 1,0 mm, y el trazo muy prolijo.
Si la usamos mucho, podemos desarrollar un callo porque es un poquito más pesado que los bolígrafos comunes.
Usos: largas sesiones de escritura, sin importar el tamaño de la letra.

6) Bolígrafo común (PaperMate): es el bolígrafo de precio módico que encontramos en todos lados. La desventaja es que la tinta es muy espesa y ofrece resistencia, pero podemos encontrarlos en distintos modelos. Las puntas tienen distintas medidas y tenemos una amplia variedad para elegir la que nos quede más cómoda. Además, las tintas suelen tener más gamas de colores que las opciones anteriores. Son descartables y livianos.
Usos: sesiones generalmente cortas de escritura sin importar el tamaño de la letra, pero depende de la costumbre de cada usuario.

7) Lápiz portaminas o lápiz mecánico (Pilot The Shaker): la ventaja de los lápices portaminas es que no tenemos que detenernos a sacar punta: basta con presionar la parte superior para sacar más mina o, en este caso, sacudirlo un poco hacia abajo. Son muy limpios y vienen con puntas de distintas medidas; el de la foto, de 0,5 mm. La desventaja es que si compramos minas que no tengan la misma medida que la punta de nuestro lápiz, no nos servirán. Siempre hay que tenerla en cuenta cuando vamos a comprar más. Por otro lado, hay que rellenarlo cada vez que se gastan, pero cuentan con la ventaja de poder poner varias minas dentro del "tanque" y acomodarse soloas cuando se acaba la que estaba en uso. Si son buenos suelen ser caros, pero vale la pena tener uno porque duran mucho. La desventaja es que, al ser las minas de grafito, puede borrarse con facilidad lo que escribimos y la resistencia que ofrecen es la de cualquier lápiz.
Usos: esbozos y planos durante la esquematización; correcciones o anotaciones que requieran ser borradas.

Estos son los instrumentos que tengo yo, pero en el mercado hay muchos más. Las plumas, por ejemplo, vienen en distintas clases. Según el modelo, pueden usarse con cartucho o con tintero (en este caso, tienen un mecanismo similar al de las jeringas), pero creo que son más limpias las primeras. De todos modos, cada uno debe elegir lo que le gusta más y lo que le queda más cómodo.
También hay muchas más marcas que estas en el mercado. Vienen de distintos precios, pero les recomiendo que si quieren un buen instrumento de escritura, estén dispuestos a hacer una inversión. Tampoco compren aquellos que tienen ribetes de oro (los hay) si no son lo que buscan. Hay opciones más económicas. Por ejemplo: el Ballpoint que tengo de Parker viene también con el gancho bañado en oro. El modelo que tengo es el común y corriente, y les aseguro que es lo mismo que el de oro. No nos dejemos engañar. Lo importante es que nos quede cómodo a la mano y al deslizarlo sobre la hoja.

Otra cosa que hay que tener en cuenta si decidimos escribir a mano, es el lugar en el que lo haremos. Debe ser una superficie lisa y plana, en la que la muñeca y el antebrazo puedan descansar apoyados mientras uno escribe. Si lo hacemos "en el aire", la muñeca se nos cansará más aunque usemos una pluma. No es recomendable sobre una cama, por ejemplo, o en un vehículo.

También debe tenerse en cuenta la iluminación. No debe ser ni muy fuerte ni muy tenue, porque en el primer caso uno encandila la vista y en el segundo la agota. Debe ser una luz media, natural si es posible.

Si somos zurdos o derechos también importa.
Si bien con los segundos no suele haber muchos problemas, con los primeros tal vez sea conveniente que opten por hojas sueltas en lugar de cuadernillos, ya que el anillado está del lado izquierdo. Sin embargo, una solución para esto podría ser usar el cuaderno al revés, de modo que el anillado quede del lado derecho. 
Puede parecer una tontería, pero los obstáculos son una de las cosas que más cansa la mano. ¿Nunca les pasó, sean zurdos o derechos, que cuando llegan al final de la página la mano les queda en el aire y se les cansa? Suele suceder cuando pasamos las primeras páginas de un cuaderno. En este caso, lo mejor sería apoyar sólo la hoja que estamos usando en la mesa, plegando el cuaderno, pero aún tendríamos cierta incomodidad. Es cuestión de usar la imaginación. Cuantos menos obstáculos tengamos, más tiempo escribiremos.

Por otra paerte, si pasamos mucho tiempo sin escribir a mano en sesiones prolongadas, lo mejor será volver a acostumbrarnos. Empezaremos con una página por día, e iremos aumentando la cantidad a medida que la mano se vaya acostumbrando. Nunca debemos empezar de golpe a escribir muchas páginas si es nuestro caso, porque podremos generar problemas bastante incómodos (tendinitis, por ejemplo). Cuidado con esto.

Si bien son cosas básicas, muchas veces las pasamos por alto cuando decidimos escribir a mano.

4 comentarios:

  1. hola tu eres marisol la del blog http://heaveninhellsaga.blogspot.com/???

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  2. hola tu eres marisol la escritora del blog http://heaveninhellsaga.blogspot.com/ ??

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  3. Muy lindo. Me encanta escribir con estilográfica y con la pilot (Shaker), es muy dúctil y podés volar por el papel. Gracias!!!

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